miércoles, 13 de febrero de 2008

Los pilares de la tierra

El sentido común, ya sabemos todos, es el menos común de los sentidos. (No confundir con el sexo sentido, ese es otro).
La experiencia solo se obtiene trabajando mucho y por mucho tiempo.
La formación, a través de la paciencia y la perseverancia.

Con tener dos de estas tres cualidades es más que suficiente para llevar una vida laboral próspera y fructífera.

Si se tiene sentido común y experiencia, no es preciso contar con un extenso currículum de títulos universitarios y cursos. Una persona con estas características ya tiene una formación empírica que lo ayudará en la mayoría de las situaciones, y cuando la experiencia le falle, el sentido común le dirá con bastante certeza qué hacer.

Si tiene sentido común y formación, no necesitará largos años de experiencia para manejarse en cualquier empresa: su educación le debería haber proporcionado las herramientas necesarias para enfrentar los problemas, y si esto falla, siempre le quedará el sentido común para sacarlo de aprietos. Sería la combinación más favorable, ya que eventualmente adquirirá experiencia.

Si tiene experiencia y formación, no necesitará demasiado sentido común para tomar sus decisiones: si la educación no le da una indicación directa de qué dirección tomar, lo hará la experiencia acumulada, y entre ambas dará la apariencia de tener dos dedos de frente.

Pareciera bastante simple. Sin embargo, la mayoría de mis jefes ha tenido uno solo de los tres (y todos han sufrido de una fuerte carencia en el área de sentido común), y en una ocasión, tuve un jefe que no tenía ninguno.

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